Una ciudad con un downtown pensado para pasear y fotografiar, o picotear por la zona, llena de restaurantes de comida rápida, que no basura.
Indispensable pasar un buen rato en la zona del arco y el ayuntamiento y los parques de los alrededores. La pena es que en este viaje no pudimos subir al arco, es hueco y tiene un «ascensor» por cremallera que te lleva al mirador. Llegamos muy tarde y al dia siguiente salíamos temprano para Springfield. Intenté varias tomas para montar una panorámica, pero no hay forma de que encajen, asi que queda pendiente para otro viaje. La que si tengo es esta con Ana junto al arco y otra con Ana bajo el arco. Podeis haceros una idea del tamaño que tiene.
Tiene un parque detrás del ayuntamiento con una estatua de un corredor que encaja perfectamente con el ayuntamiento y el arco, como veis en la foto.
En la zona cerca de este parque hay una especie de alegoría de cuentos para niños, con Pinocho, conejos blancos, y chorros de fuentes jugetones. Están enfrente del edificio SouthWestern, por si os ayuda a localizarlo en Google Maps. El edificio y los chorritos son estos, el resto según lo suba a Flickr:
En la zona donde estuvimos había varias zonas donde comer, pero no nos gustó mucho el ambiente y además ya era bastante tarde. Enfrente del motel había un japones con shushi, asi que recogimos los bártulos y comimos pescadito de lujo en un japonés auténtico con un camarero mejicano.
De esta parte no tengo fotos, ya iba algo cansado.Esto del restaurante me trae a la memoria lo mucho que nos queda hasta que lleguemos al nivel de los USA en servicio y atención al cliente. En los USA entras en una tienda y los tienes para lo que quieras. Has elegido su tienda, pudiendo ir a cualquier otra, y si te dan un buen trato es muy probable que te lleves mas de lo que vienes a buscar, y posiblemente vuelvas en otra ocasión. En España esto solo pasa en las tiendas pequeñas de barrio, y a veces sólo si el dueño está cerca, o si te conocen de ir bastante.